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Nº IV

Esto no tiene fin

- Me acuerdo ahora de una cosa que es también llamativa: aunque no creemos mucho en la Historia -en las cosas de la Cultura- podemos a lo mejor aprovechar algo por ahí: Se habla bastante en las historias de esclavos, de esclavitud y eso. ¿No?

- Sí, claro. ¿Pero qué es eso de que no crees en la Historia?

- He dicho que no creo mucho... Pero, ¿tú sí crees?

- Hombre, pues en líneas generales, sí, claro. En tanto que sea Ciencia...

- Ya, sí. Cuando decía yo "Historia", pues podías entender en general Ciencia.

- O sea, que no hay que creer en la Ciencia?!

- Lo que hay o no hay que hacer, eso no nos incumbe. Son cosas a las que se dedican siempre los que mandan, y como nosotros aquí no intentamos más que hablar sin fin... pues no mandamos nada. Lo que sí es que nos podemos fijar en algo chocante. En eso que se decía de que la Ciencia lo que venía era a contraponerse a la Fe.

- Claro, eso es lo que me parece a mí.

- Pero, entonces, ¿por qué hay que creer en la Ciencia? Porque lo de creer es eso: tener Fe; y si con 'Ciencia' se quisiera decir de verdad eso de ir contra la Fe... pues sería que en sí misma rechazaría lo de creer. O sea, si fuera así, no tendría buen sentido que alguien dijera "hay que creer en la Ciencia", o "creo en la Ciencia".

- Bueno, pues sí, parece contradictorio. ¿Y cómo habría que decir eso: que confías en la Ciencia?

- No, nada: así, como lo has dicho: "creo en la Ciencia", porque es lo que nos descubre la contradicción, si nos fijamos un poco (o sea, si hablamos). Nos descubre una cosa muy simple: que lo que viene a meterse con la Fe, a desmentirla, a decirle no, no puede ser algo a su vez istituído. Porque lo istituído es cuestión de Fe. Y por eso es normal y atinado el que se diga que se cree en la Ciencia.

- Pero la gente no lo dice en el sentido de creer como creer en Dios.

- ¿Qué otro sentido puede tener ahí 'creer'? Sí, sí. En eso se dice bien. Es Fe. Por eso se pueden ver anuncios por la calle que para vendernos ni se sabe qué, dicen: "No es magia. Es Ciencia".

- Pero eso es un uso de la Ciencia con fines comerciales; un uso interesado. Si yo digo que creo en la Ciencia, no me refiero a que me crea los anuncios que usen la palabra 'Ciencia'.

- Pues muy bien, pero para lo que hablamos eso da igual. El caso es que, como dices bien una y otra vez, eso de la Ciencia hay que creérselo: es cuestión de Fe.

   Pero quizá podemos retomar lo que te decía de la Historia...

- No, no. Es mejor aclarar esto. Porque si no podemos creer ni en la Ciencia...

- Otra vez: ¡Que sí puedes creer! es lo que estamos viendo. Puedes creer porque la palabra Ciencia está para eso, para creer en ella.

- Sí, pero yo no digo creer por creer...

- Ya... pero eso no puede ser. Creer es creérselo: es Fe.

- No, pero no es Fe sin más. Yo veo todos los adelantos que la Ciencia va creando: eso no necesita Fe.

- Hombre, medio en broma, y haciéndote caso a lo que parece que quieres decir, te podría contestar entonces que lo que dices es que no hay que creer en la Ciencia porque no hace falta: porque está a la vista. Pero eso no concuerda con lo que se declara normalmente y con lo que en realidad rige: que es que hay que tener Fe; que hay que creérselo. Y por eso tienen que predicar esa Fe a cada momento: desde películas donde se ven a tonto-policías muy científicos y con ordenadores y eso, hasta anuncios de detergentes donde  ponen imágenes como de microscopio en donde se ve lo que pasa por dentro de la ropa al lavarse; o dibujos en los libros de física donde se ven bolitas que son electrones y demás groserías.

- Pero es que ésa no es la Ciencia de verdad: ésa es su deformación o su vulgarización.

- Ésa es la Ciencia que por lo pronto se padece masivamente; o sea, lo que nos cuentan una y otra vez, y que por tanto es lo primero que nos debe dar que hablar: Por ejemplo: ¿Quién predica esa Ciencia que tú dices que no es la de verdad?

- Pues no sé, de los ejemplos que has puesto: la tele, el sistema educativo ...

- O sea, el Dinero, ¿no?

- Sí, supongo que se puede decir así.

- Y lo hace bien a las claras, ¿no? Entonces, lo que te pregunto es: Esa Ciencia de verdad de la que hablas, ¿qué dice de esto? ¿De qué forma contesta a esa falsa Ciencia de la que hablaría el Dinero?

- Pues no sé. Supongo que de ninguna forma, porque puede más el Dinero.

- Ya. Pero entonces, a esa Ciencia de verdad ¿quién la representa? Será alguien dejado de la mano de Dios (o sea, del Dinero)...

- Hombre, en principio, yo creo que serían las Universidades.

- ¿Las Universidades? Pero las Universidades son sitios conocidísimos, prestigiosos, con voz propia. ¿Cómo podría ocurrir que estos sitos no tuvieran como objetivo primordial acabar con la falsa Ciencia que dices?¿Cómo no sería entonces el Dinero su principal enemigo? Pero me parece que eso no pasa, ¿no?

- No, la verdad es que el Dinero es el que crea y rige esos centros de la Ciencia. Esto creo que da que hablar, sí.

 

(Pablo. Salamanca, febrero 2013)

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